05/11/2012
25 aniversario de la Ley de Propiedad Intelectual y de CEDRO
Juan Mollá, vicepresidente 1.º de CEDRO.
El 11 de Noviembre del 2012 cumple veinticinco años la Ley de Propiedad Intelectual de 1987. Es ocasión para que recordemos las circunstancias de su nacimiento —una lección para emprender la labor de redactar una nueva Ley— y hagamos un balance de lo acaecido en estos cinco lustros de casi continua renovación legislativa, originada principalmente por la aparición de nuevas tecnologías y por la introducción de las directivas europeas.
En efecto, al acercarse el centenario de la vieja y venerable Ley de 1879, se constituyeron varias Comisiones para preparar su reforma. Los sucesivos intentos fueron desechados pero aportaron anteproyectos de diversa procedencia y múltiples estudios que añadieron valiosos materiales.
Finalmente, se decidió encargar la tarea a un grupo de trabajo mixto, compuesto por poco más de media docena de miembros. Lo presidió el gran jurista Diego Espín Cánovas, Magistrado y Catedrático de Derecho Civil, y lo integraron varios técnicos: el Notario Sr. Amorós, el Registrador Sr. Chico, el Letrado de la SGAE Antonio Delgado y yo mismo, en representación de los autores; y los funcionarios del Ministerio de Cultura señores Esteban de la Puente, Subdirector General de Propiedad Intelectual; e Hilario Hernández Marqués, Secretario General Técnico.
En innumerables sesiones de trabajo, llegaron a redactar un texto que recogía las aportaciones de grandes expertos, como Hermenegildo Baylos y Rodrigo Bercovitz, y que se convirtió en el Anteproyecto de 1984. Este Anteproyecto resolvía todos los problemas planteados por las anteriores Comisiones y se transformó, tras sucesivos trámites y discusiones, en la Ley de 1987, una Ley técnicamente muy avanzada, de las más progresivas de Europa, que puso al día la vieja normativa e introdujo el derecho moral como eje básico, una regulación precisa del contrato de edición y de las entidades de gestión, y fórmulas abiertas de protección de los derechos de autor.
Poco después, un grupo de editores emprendió la tarea de crear una entidad de gestión al amparo de la nueva Ley, para proteger los derechos derivados de la edición de libros, frente a su reproducción ilegal. Aquel empeño culminó, a finales de 1987, en la Asamblea Constituyente que creó el Centro Español de Derechos Reprográficos, CEDRO, que sería aprobado por la Orden de 30 de Junio de 1988 del Ministerio de Cultura.
Os invitamos a comentar las entradas de nuestro blog.
Los comentarios están moderados, no aparecen en el blog de forma inmediata.
Se publicarán todos los comentarios salvo los que no tengan que ver con los temas tratados o contengan insultos o descalificaciones.
De acuerdo con lo establecido en la legislación vigente, le informamosque los datos que facilite serán tratados por CEDRO para poder tramitar su comunicación. Sus datos no serán cedidos a terceros, salvo obligación legal.
Usted cuenta con los derechos de acceso, rectificación, supresión, oposición, limitación al tratamiento y portabilidad, respecto de sus datos de carácter personal, así como con la posibilidad de revocar su consentimiento, pudiéndolos ejercitar por escrito a la dirección cedro@cedro.org, donde haga mención a su nombre, apellidos y dirección de correo electrónico. Para más información pinche en la Política de Privacidad.
Acepto los términos y condiciones de uso y la Política de Privacidad