10/11/2015
Dilve: reinventar la tradición
Por Miguel Jiménez, director de Dilve
En los países europeos que más se parecen al nuestro hay sistemas similares a Dilve (www.dilve.es) sin que nadie tenga que explicar al mundo del libro por qué existen y en qué consisten: Electre en Francia (www.electre.com) , BookData Online (www.nielsenbookdataonline.com) en el Reino Unido, VLB (www.vlb.de) en Alemania, iBuk (www.ibuk.it) en Italia. Todo ellos son bases de datos de los libros que están a la venta en el mercado nacional de esos países; todos ellos son de pago. Editores, libreros, distribuidores y bibliotecas los utilizan desde hace años.
En España (como en esos otros países), en los años setenta existían ya unos repertorios en papel ‒que los libreros y las bibliotecas compraban‒ con la información de los libros con ISBN. Como en esos países, llegó luego una versión en CD-ROM. Pero más adelante, la trayectoria de esa base de datos empezó a divergir de la que seguían nuestros colegas europeos y fue perdiendo poco a poco interés para los que la utilizaban.
A mediados de la década del 2000, la base de datos del ISBN del Ministerio no satisfacía en forma alguna las necesidades del comercio del libro por lo que los editores (más en concreto, su organización sectorial, la Federación de Gremios de Editores de España -FGEE-) tomaron la iniciativa de «reinventar» esa base de datos: de ahí el nacimiento de Dilve en 2004-2006.
¿Alguien duda de la utilidad de Mercasevilla, Mercabarna o Mercamadrid? Dilve cumple un papel idéntico al de estos mercados centrales que ponen en contacto, en un único «punto neutro», a los productores de determinados alimentos con los que los acercan al consumidor mediante la venta directa. Los editores llevan su fruta a Dilve cada día (sus novedades) y los distribuidores y libreros seleccionan para su comercialización los productos que les interesan. Con dos pequeñas ventajas a nuestro favor: nadie tiene que madrugar y no hay que cargar con cajas.
Los editores pueden introducir la información relevante de sus libros (los famosos metadatos) de uno en uno en Dilve o realizar cargas automatizadas de ficheros (ONIX o csv). Pueden modificar cualquier dato con posterioridad: precio, disponibilidad…, con la seguridad de que, en unas horas, esa información estará también corregida en los sistemas automatizados del resto de la cadena del libro.
Algunos editores (muy) pequeños incluso utilizan Dilve para controlar su flujo editorial como sustituto de un sistema informático propio que todavía no han podido adquirir. Los grandes suelen cargar de manera automatizada ficheros con novedades o modificaciones desde sus «SAP» u otros sistemas internos.
Los libreros tienen en muchos casos descargas de novedades programadas automáticamente desde sus propios sistemas de gestión, razón por la que algunos dicen –cuando les pasamos al cobro la cuota anual‒ «¡Si yo no utilizo Dilve!». También pueden buscar en la base de datos de Dilve cualquier información y filtrar las descargas de novedades por multitud de parámetros.
La ventaja de haber tenido que «reinventar» algo que ya habíamos tenido antes de la aparición de Internet (y que ya funcionaba en otros países) es que nuestro sistema es más moderno en su concepción y diseño y mucho más fácil y potente en su utilización por todos los agentes de la cadena del libro.
Con Dilve, la FGEE ha contribuido a la estandarización del sector editorial mediante el uso de ONIX para el formato de las fichas y de IBIC-Thema para las materias, y mediante la participación muy activa y preminente en EDItEUR (www.editeur.org/8/ONIX) y en los comités internacionales de ONIX (www.editeur.org/8/ONIX) y Thema (www.editeur.org/151/Thema). De esta forma, Dilve está siempre puesto al día en lo que respecta a las normas internacionales del sector del libro y es plenamente compatible con los sistemas de distribuidores y libreros de todo el mundo: Amazon y Google –entre otros‒ son suscriptores de Dilve.
Como hemos comentado ya, Dilve es un servicio por el que hay que pagar ya que tiene unos costes de mantenimiento y puesta al día; pero las tarifas están muy ajustadas a la baja como se puede comprobar en nuestra página web.
Una razón adicional para suscribirnos a Dilve es que contribuiremos a fortalecer un instrumento común del sector, desarrollado y gestionado por el sector y por sus asociaciones que son las que nos garantizan una presencia y una capacidad de interlocución que cada día son más determinantes para el desarrollo de los negocios y la defensa de los intereses comunes.
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