18/03/2021
Guía básica para utilizar contenidos en Internet
Vivimos en una época en la que prima la rapidez en la comunicación y el uso de las redes sociales para compartir cualquier conocimiento y experiencia. Sin embargo, hay que pararse a pensar si realmente es legal utilizar cualquier contenido o necesitamos autorización para ello. El universo digital es demasiado amplio e intangible, por ello, proponemos 4 pasos que pueden ayudar a aquel que quiera subir contenidos a su web, blog o a sus perfiles de redes sociales.
1.- En la mayoría de los casos, el autor tiene el derecho exclusivo de autorizar el uso de su obra y las condiciones para ello
Un autor es la persona que crea una obra original. A este creador se le reconocen unos derechos, que son las facultades morales y de explotación de su creación.Son objeto de protección de propiedad intelectual todas las creaciones originales, ya sean literarias, artísticas o científicas expresadas por cualquier medio o soporte, tangible o intangible, que existan actualmente o se inventen en el futuro. Por ejemplo, una fotografía, una composición musical, un vídeo o incluso un tuit.
Como norma general, los derechos de explotación de la obra duran toda la vida del autor y 70 u 80 años después de su muerte o declaración de fallecimiento. Después, la obra pasa a dominio público y podrá ser utilizada sin autorización, siempre que se respete su autoría e integridad.
2.- ¿Estás autorizado para el uso de esa obra?
Por regla general, para el uso de una obra publicada es necesaria una autorización previa por parte del titular de derechos de autor. Sin embargo, la ley reconoce diversas situaciones en las que no es necesaria esta autorización. Es el caso, entre otros, del conocido límite de cita, la inclusión en una obra propia de fragmentos de otra obra ajena, siempre que se cumplan las siguientes condiciones:a) Cuando el fragmento que se incluya corresponda a una obra ya divulgada.
b) Cuando su inclusión se realiza para su análisis, comentario o juicio crítico.
c) Cuando se realiza con fines docentes o de investigación.
d) Cuando se indican la fuente y el nombre del autor de la obra utilizada.
Otro de las excepciones que la ley reconoce es la parodia. Según la legislación vigente, «no es necesario el consentimiento del autor para parodiarla cuando no implique riesgo de confusión con la obra original, no infiera un daño a la obra original y no cause daño al autor».
Además, las obras situadas permanentemente en parques, calles, plazas u otras vías públicas también podrán ser reproducidas, distribuidas y comunicadas libremente por medio de pinturas, dibujos, fotografías y procedimientos audiovisuales sin autorización de los titulares de derechos de esa obra.
3.- Accede a fuentes legales
Siempre que se busque contenido, por ejemplo, un libro o una canción, y sobre todo cuando se recurre a Internet, es importante asegurarse de que la obra que se quiere utilizar es legal y no difundida de forma fraudulenta. Para ello, se recomienda acudir a páginas o plataformas reconocidas y fiables, consultar los términos y condiciones de uso que contiene la web o el aviso legal. Así, el usuario puede saber si se trata de una web que cuenta con autorización del titular de derechos, si se otorga algún permiso para la utilización de su contenido o dónde se debe acudir para obtenerlo. Es importante consultar esta información antes de copiar o compartir cualquier contenido.Una herramienta informativa, además de la reserva de derechos o el conocido símbolo © seguido del nombre del autor o titular, son las conocidas licencias creative commons, mediante las cuales se especifica, a través de una serie de iconos, qué utilizaciones permite el autor de la obra y cuáles no.
Sin embargo, hay tener en cuenta que, aunque una obra carezca de estas indicaciones, está protegida de igual manera por derechos de propiedad intelectual.
4.- No te arriesgues, consulta antes de usar
Ante toda duda, siempre es mejor consultar o solicitar la licencia de uso de la obra a una entidad de gestión que represente al colectivo profesional del tipo de material que se quiera utilizar. Tal es el caso de CEDRO para libros, revistas, periódicos y partituras. Es una forma segura de tener siempre un referente de consulta ante cualquier uso de contenidos que queramos realizar, bien sea en formato papel o en digital.
La propiedad intelectual también protege los derechos de autor en el universo digital, y tú… ¿los proteges?
© de la imagen: patcha - Fotolia.com.
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