15/11/2022
¿Qué contenidos de los cómics están protegidos?
Los cómics nos cuentan historias de forma más visual. En cada viñeta se plasma contenido que, en ocasiones, funde imagen, texto y diseño. Es un género que cada vez cuenta con más adeptos y no solo entre el público juvenil. Ya son muchos los adultos que lo escogen como fórmula de entretenimiento. ¿Qué elementos tienen protección de derechos de autor en un cómic?
Los comics como cualquier elemento creativo tienen una protección innata solo por el hecho de su creación. Tanto el ilustrador, que aporta los dibujos, como el autor que escribe los “bocadillos” de cada viñeta –que en ocasiones son la misma persona, en otras, no- tienen protegida su obra por ser autores de la misma. También puede darse el caso del que el creador del personaje sea diferente al ilustrador, o incluso que haya un diseñador que vaya marcando cómo debe ser cada viñeta. ¿Quién tiene entonces los derechos de autor de un cómic? Son muchos los parámetros que intervienen en la elaboración de este género literario y a cada uno le corresponde su autoría.
Propiedad Intelectual y Marca
En el entorno del cómic, además, sucede un hecho peculiar, algunos de sus personajes traspasan fronteras y se introducen en películas o en videojuegos. Son popularmente conocidos y su imagen se plasma en tazas de café, camisetas y bolsas de tela, lo que se conoce como merchandising (o publicidad), este hecho hace que haya que protegerlos aún más y registrarlos como marca para que sus reproducciones puedan ser controladas y cuenten siempre con la autorización necesaria.
Los cómics están protegidos en nuestra Ley de Propiedad Intelectual, lo que hay que determinar siempre es su autoría. Si el mismo autor es el creador tanto de la imagen como del texto, el procedimiento es más sencillo y más si firma un contrato con una editorial a la que ceda sus derechos. Ahí es el editor quien asume los riesgos de edición y quien ostentará los derechos de propiedad intelectual sobre el comic.
Sin embargo, si la idea original del personaje del cómic es de una persona que previamente lo ha registrado como marca y encarga el cómic a un ilustrador y a un escritor, podríamos encontrarnos ante una superposición de marcos normativos a la hora de negociar franquicias sobre los personajes de ese cómic.
La postura de la OMPI en la superposición de marcos normativos
La OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) en una de sus Notas sobre la economía creativa titulada «¿Batman eternamente?» explica que es habitual encontrar una interposición entre los derechos de autor y las marcas a la hora de conceder franquicias de personajes de cómic, el motivo es que, en ocasiones, puede suceder que el periodo de tiempo de la protección de derechos de autor finalice y el de las marcas sigan permaneciendo.
El derecho de autor y las marcas tienen finalidades y funciones diferentes, la primera protege la creación de autores y editores frente a usos ilícitos, la segunda persigue que unos determinados productos y servicios se identifiquen por los consumidores con la empresa que los comercializa, distinguiéndolos de otros existentes en el mercado.
Pero, por otro lado, una marca registrada, según la OMPI, «ayuda a construir una imagen fuerte en torno a un personaje de cómic, aumenta el valor de comercialización del personaje y ayuda a los consumidores a verificar la autenticidad de los productos».
Las películas y los videojuegos
Durante muchos años los cómics se leían solo en formato papel, pero el desarrollo de tecnologías ha favorecido que los personajes impresos salten a las pantallas o al mundo digital a través de películas y videojuegos. Estos nuevos formatos pueden aportar a sus autores importantes ingresos por la cesión de sus derechos.
La OMPI asegura que el registro de una marca favorece un incremento de hasta un 15% anual del número de franquicias cinematográficas para el mismo personaje. En el caso de los videojuegos el aumento es aún mayor y puede llegar hasta el 75%. Una franquicia media de videojuegos genera unas ventas de aproximadamente 2,45 millones de dólares en los EE.UU.
CEDRO y los cómics
Pero volviendo a la protección de derechos y a la pregunta inicial ¿qué contenido de los cómics queda protegido por derechos de propiedad intelectual? La respuesta es que toda creación original, es decir: el título del cómic, el texto incluido en él y, por supuesto, los dibujos gozan de protección según la Ley de Propiedad Intelectual. Los escritores, traductores y editores de comics pueden ser socios de CEDRO.
Ser asociado a CEDRO da la oportunidad de utilizar las herramientas disponibles para registrar sus creaciones – y así demostrar su autoría-, denunciar cualquier tipo de reproducción ilegal sin consentimiento previo y, además, beneficiarse de numerosas ayudas económicas.
En CEDRO también se ofrece asesoramiento frente a cualquier duda en el ámbito de los derechos de autor y formación para gestionarlo. Es habitual la participación en foros de debate y jornadas sobre cualquier inquietud de nuestros socios. Incluyendo a los autores y editores de cómic.
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