21/05/2024
La importancia de los metadatos para la comercialización del libro
José Manuel Anta, director general de la Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Ediciones (FANDE)
España, cuarta potencia editora mundial: 83.000 nuevos títulos publicados en 2022, que representan 206 millones de ejemplares, con una tirada media de 3.610 ejemplares por título, una oferta viva disponible de más de 840.000 títulos, con unas ventas en 2022 de 178 millones de ejemplares y una devolución de 28 millones de ejemplares.
Estas cifras permiten hacerse una idea general de la complejidad del sistema de comercialización del libro, en lo que refiere a sus principales magnitudes cuantitativas. A esto, debemos unir la cantidad de procesos y flujos (de producto, de información
y financieros) que se dan en este sistema, que además se duplican en un recorrido de ida y vuelta.
Asimismo, cada título es único y no sustituible por otro en el deseo de compra. Por ejemplo, en el caso de España, como antes hemos visto, contamos actualmente con más de 840.000 títulos diferentes considerados como oferta viva disponible, si bien algunas librerías, plantean que su oferta disponible supera realmente el millón de títulos. Esta circunstancia de la riqueza y bibliodiversidad editorial suponen un activo de referencia para el sector del libro, si bien, generan también desafíos importantes para su tratamiento por parte de la cadena de comercialización.
Además, en los últimos años, se ha acentuado el efecto de “long tail” en el sector, con un número reducido de “best sellers” frente a cientos de miles de títulos con ventas más reducidas, pero que, agregadas, representan tanto (o más), en términos de ventas, que el número reducido de títulos de mayores ventas. En este sentido, en los últimos años se ha producido en todos los países un crecimiento muy importante de lo que representa la venta de libros de fondo respecto a la novedad. En el caso de Estados Unidos, como ejemplo, pero son datos prácticamente replicables en la mayoría de los mercados, se ha pasado desde 2004, en el que la facturación entre fondo y novedad para un editor estaba en torno al 50 % en cada caso, a los actuales 2/3 de fondo frente a 1/3 que representan en facturación las novedades.
Esta realidad genera oportunidades, sin duda, pero también retos para todo el sector. Cuestiones como la curación de todo el fondo histórico de las editoriales, digitalización de procesos, cómo comunicar y hacer disponible (y descubrible) todo ese fondo… son cuestiones que deberían estar en la agenda de todas las empresas del sector.
Ante esta realidad, la disponibilidad de información generada por el editor, que sea completa y actualizada en plazo y forma sobre cada libro que se comercializa es fundamental para su correcta gestión por parte del canal (distribuidor y librería) y constituye el pilar básico sobre el cual construir una cadena de suministro que minimice errores y costes y permita dar una respuesta adecuada a las demandas del comprador de libros, tanto en el caso de los libros impresos como en el de los contenidos digitales.
Al respecto, y ahondando en esta cuestión de la importancia de los metadatos sobre cada título, generados por cada editor respectivo, es fundamental destacar algunas de las conclusiones del informe sobre utilización de metadatos completos por parte de las editoriales, realizado por la empresa consultora Nielsen en Estados Unidos y Gran Bretaña, en el cual se apuntan cuestiones como:
- Los títulos con los metadatos básicos completos ven sus ventas incrementadas en un 75 % con respecto a los que los tienen incompletos.
- Los títulos con imagen de cubierta ven sus ventas incrementadas en un 51% con respecto a los que los tienen incompletos.
- La inclusión de tres metadatos enriquecidos clave (descripción, reseñas y biografía del autor) puede ayudar a crecer un 72 % las ventas.
Así pues, es fundamental que las distribuidoras y las librerías puedan contar con información detallada sobre los datos de referencia de cada libro, como paso previo para que la comercialización del mismo sea la adecuada. En este sentido, la transmisión de información por parte del editor es el fundamento para adecuar muchos procesos en la cadena de suministro de libros, y debe considerarse por el propio editor como una inversión y nunca como un gasto.
El editor debe facilitar una información básica (datos mínimos) y en un plazo razonable, siempre antes de la puesta en el mercado del libro. A este respecto, se ha avanzado en los últimos años estableciendo un Protocolo sobre Comunicación de Novedades, incluido en las Normas CSL, respecto a datos mínimos y plazos de comunicación de metadatos. Más información en http://www.fande.es/csl_index.html
Es importante destacar que esta comunicación debe hacerse a un solo órgano, que será quién ponga en circulación los datos. A este respecto, en España contamos con un sistema de gestión de metadatos (la base de títulos en venta DILVE), que supone un referente fundamental como activo para el sector, ya que constituye el acceso centralizado a los metadatos que diariamente cargan y actualizan las empresas editoras. Con la carga del catálogo de la editorial en DILVE, esta puede enviar los metadatos de sus libros a las distribuidoras, las librerías, las tiendas en línea u otros agentes de la cadena del libro, sin tener que preparar el catálogo según los requisitos de cada uno de ellos cada vez que lo soliciten. Además, DILVE permite a la editorial automatizar el envío a la Agencia del ISBN de solicitudes de registro de ISBN al darlos de alta en DILVE.
Asimismo, las distribuidoras, librerías, tiendas en línea, bibliotecas u otros agentes que se registran en DILVE, pueden obtener los metadatos que les interesen del catálogo de la editorial, en el momento que lo necesiten y en el formato que deseen (XML-ONIX, SINLI, CSV…).
DILVE, junto al resto de iniciativas sectoriales, todas ellas complementarias (SINLI, CEGAL en RED, Librired…), constituyen un sistema de herramientas tecnológicas a disposición de las empresas que operan en el sector del libro, que les reportan ahorros evidentes de costes, así como oportunidades para generar mayores ingresos, y que pueden ser perfectamente exportables a otros países donde se comercializan libros editados en España.
Finalmente, como hemos visto, el descubrimiento de libros es un desafío constante para los lectores y la industria editorial. Con la vasta cantidad de libros disponibles en el mercado, encontrar aquellos que se ajusten a los gustos y preferencias personales puede ser una tarea abrumadora. Aquí es donde la inteligencia artificial, como en tantos otros campos de la actividad empresarial, ha entrado en juego, ofreciendo soluciones innovadoras para aumentar la visibilidad de nuevos títulos.
Al respecto de cuestiones como la recomendación personalizada, utilizando algoritmos de IA para analizar el historial de lectura, preferencias y comportamiento del usuario, permiten que, con esta información, la IA pueda ofrecer recomendaciones precisas y relevantes, aumentando la probabilidad de que los lectores descubran libros que les interesen.
La aplicación de la inteligencia artificial en el descubrimiento de libros puede transformar la forma en que los lectores encuentran y disfrutan de nuevas lecturas. La recomendación personalizada, el análisis de contenido, la generación asistida y la predicción de tendencias son solo algunas de las formas en las que la IA puede impulsar la industria del libro. Si bien, todas estas fórmulas para la mejora en el acceso a los libros, parten de la información básica sobre los mismos, que constituyen los metadatos. Sin metadatos en tiempo y forma, no se puede desarrollar una adecuada comercialización del libro.
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