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En esta ocasión se analiza la percepción del valor que la sociedad otorga a la cultura escrita y a la protección de la propiedad intelectual en un entorno digital en constante transformación, así como las claves de actuación social para combatir la piratería de contenidos editoriales. La inteligencia artificial (IA), también ha sido objeto de atención.
Entre las conclusiones de este informe, elaborado por Qbo Investigación y Estrategia a partir de más de 2.600 encuestas y grupos focales, destaca que la ciudadanía pide un mayor compromiso de la Administración pública para garantizar la sostenibilidad de este sector a través de la protección del trabajo de los creadores y editores, al que concede un gran valor social.
La Rioja ha sido la primera Comunidad Autónoma que ha acogido la presentación de este informe, con el que CEDRO busca destacar la necesidad de adoptar medidas para fortalecer el sector de la cultura escrita, un ámbito clave para el desarrollo de nuestra sociedad, que enfrenta retos como alcanzar niveles europeos de respeto a sus derechos, el de la IA o la piratería.
«La cultura escrita es un bien esencial para la sociedad, pero para que siga siendo sostenible debemos asegurar que sus creadores sean justamente retribuidos. Sin medidas concretas que refuercen la protección de la propiedad intelectual, ponemos en riesgo no solo a los autores, sino a toda la estructura cultural que nos define como sociedad», afirmó Carme Riera, presidenta de CEDRO, durante su intervención.
Por su parte, José Luis Pérez Pastor, consejero de Cultura, Turismo, Deporte y Juventud del Gobierno de La Rioja, ha explicado la importancia de generar conciencia de « escritor» entre el colectivo y señaló que, es de su punto de vista, La Rioja vive un buen momento creador.
El estudio confirma, tal y como subrayó Héctor Jiménez, director de Qbo, consultora encargada de llevar acabo el estudio, que el 92 % de los encuestados reconoce que los escritores, traductores, periodistas y editores garantizan la calidad y credibilidad de los contenidos editoriales; y que el 94 % identifica la propiedad intelectual como un pilar esencial del desarrollo social y la considera una garantía de futuro que impulsa el crecimiento educativo, el progreso profesional y mejora el prestigio institucional de las administraciones que la protegen.
En esta línea, el 87,57 % de los encuestados pide que la Administración pública asuma un rol más activo en la defensa de la propiedad intelectual. El informe también destaca que la protección de la propiedad intelectual no es solo una cuestión legal, sino una oportunidad para reforzar la reputación institucional y promover valores como la transparencia y la integridad.
El Observatorio también ha analizado el impacto de la piratería digital en el sector, un fenómeno que ha crecido en los últimos años y que compromete la sostenibilidad de la cultura escrita. Según el estudio, el 67,5 % de los consumidores accede a contenidos editoriales a través de canales ilícitos, y un 40 % desconoce que está consumiendo material pirata.
«Valoramos la cultura escrita, pero un porcentaje muy alto de la población accede a contenidos editoriales de manera ilícita. Debemos trabajar en dos sentidos: por un lado, incrementando la concienciación y la educación sobre la importancia de respetar la propiedad intelectual y, por el otro, poniendo al alcance de los ciudadanos las herramientas necesarias para acceder a contenidos de forma legal», explicó Carme Riera.
El estudio ha investigado las razones que impulsan las acciones de los piratas conscientes, analizando sus motivaciones y los sesgos cognitivos que la tecnología explota para dirigir a los consumidores hacia esta práctica ilegal.Asimismo, ha examinado los argumentos que utilizan para justificar sus actividades ilícitas y cómo la tecnología influye en sus actitudes. Se ha constatado que los consumidores justifican la piratería de contenidos editoriales a través de la disonancia cognitiva, minimizando el conflicto entre su acción ilegal y su ética. Creyendo que no tienen el conocimiento necesario para actuar de otro modo, que no existen medidas efectivas contra la piratería o que las consecuencias son mínimas, se sienten exentos de responsabilidad.
El estudio también ha identificado los sesgos cognitivos que más influyen en este comportamiento, como aquellos que refuerzan la percepción de que la piratería de libros y prensa es una práctica común o aceptada, y los que minimizan las consecuencias negativas de esta actividad ilícita.
En esta presentación se ha concluido que identificar estas justificaciones y sesgos resulta fundamental para desarrollar estrategias más efectivas que modifiquen los hábitos de aquellos que piratean de forma consciente.
Otro de los temas abordados en el Observatorio ha sido el impacto de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) en la protección de la propiedad intelectual. Emilio del Rio, autor, advirtió sobre el peligro que supone que las herramientas de IA utilicen contenidos editoriales sin autorización y sin compensación económica para sus creadores.
«Si la inteligencia artificial no respeta los derechos de autor, estaremos comprometiendo el futuro y la viabilidad de la cultura escrita y con nuestro futuro como sociedad libre y formada. Debemos trabajar en una regulación que garantice la trazabilidad de los contenidos y, por supuesto, la remuneración justa a sus creadores», subrayó Emilio del Rio.
El Segundo Observatorio de Sostenibilidad de la Cultura Escrita propone a decisores y legisladores culturales algunas soluciones que garantizarían el respeto a la propiedad intelectual y, por tanto, la sostenibilidad del sector. Estas son:
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